En la actualidad nos vemos rodeados de insistente publicidad que promociona la comida rica en grasa, azúcares y sodio, además existe un bajo consumo de frutas y verduras, altas horas frente a la computadora, juegos de teclado y televisión, que contribuyen a generar un estilo de vida sedentario, sobrepeso, obesidad y otras enfermedades crónicas no trasmisibles como las enfermedades cardiovasculares y la diabetes tipo 2.
Aproximadamente 100.000 personas mueren en Argentina cada año por enfermedades cardiovasculares y según estadísticas del Ministerio de Salud, los problemas cardiovasculares representan el 32% del total de los fallecimientos. (1) Para que sea posible prevenir las enfermedades crónicas, desde el sector de atención primaria es necesario focalizar la atención en los factores que pueden cambiar el curso de las enfermedades cardiovasculares, como por ejemplo la alimentación saludable desde la infancia.
El colesterol alto es uno de los principales factores de riesgo cardiovascular, tiene un origen multifactorial, se vincula con el inicio y la progresión de la aterosclerosis. La prevalencia de hipercolesterolemia en niños y adolescentes es alrededor de 21 % a 22 % para valores de colesterol iguales o superiores a 200mg/dl, según diversos estudios realizados en Argentina, España, México y Chile.
El NCEP (National Cholesterol Education Program) estimó que aproximadamente el 25% de la población infantil y adolescente debería ser estudiada en base a los antecedentes familiares, siguiendo sus recomendaciones. (2) Desde hace más de dos décadas se observó que los niños y adolescentes con colesterol elevado pertenecían a familias con una alta incidencia de enfermedad cardiovascular prematura, con un riesgo cardiovascular aumentado de 3 a 10 veces, más que los otros niños. Por eso es importante que los pediatras investiguemos la historia familiar, porque nos ayudará a identificar a los niños pertenecientes a familias de alto riesgo.
A través de la vida, el valor de colesterol tiende a seguir a lo largo del mismo valor (fenómeno de persistencia o tracking), lo que hace, que los niños con colesterol elevado, tengan más posibilidades, de tener niveles altos de colesterol en la vida adulta En el estudio Bogalusa (3) realizado en niños de 9 a 14 años y valorados posteriormente de adultos jóvenes, se observó que el 50% de los niños con colesterol alto, lo mantenían igual en la vida adulta. De aquí surge la importancia de detectar precozmente a los niños con colesterol alto, para modificar sus hábitos y disminuir los factores de riesgo.
El conocimiento permite modificar hábitos, crear nuevas y mejores actitudes relacionadas con los factores de riesgo para las enfermedades del mundo actual, por eso es importante reflexionar y motivar acerca de la necesidad de poner especial atención en la prevención, mediante la educación nutricional, tanto de los padres como de los niños.
Un objetivo a largo plazo debe ser tratar de concientizar a los padres, desde nuestro lugar, sobre el riesgo futuro de enfermedad cardiovascular precoz, si el colesterol persiste elevado desde la infancia. Para lo cual se ha creado desde el año 2011, un espacio en las redes sociales dirigido a padres, que permite difundir conceptos médicos preventivos y hábitos saludables, facilitando el intercambio, permitiendo masificar información y ampliar el contenido que puede ofrecerse en una consulta. Si bien el contacto cara a cara con el paciente es irremplazable, es posible ofrecer información confiable, con un efecto multiplicador, permitiendo la llegada a otras personas (contactos de contactos) que pueden verse beneficiadas con la información que se difunde. Además de la posibilidad de opinar, preguntar o comentar, incluir imágenes y fotos que aseguran un impacto mayor, que el uso exclusivo de la palabra.
Conclusiones:
- La hipercolesterolemia es uno de los principales factores de riesgo cardiovascular “modificable”
- Dado que la dieta es el principal factor de riesgo ambiental, los pediatras contamos con reiteradas oportunidades, a lo largo del seguimiento de los niños, para contribuir con la detección y la prevención de la hipercolesterolemia, por lo tanto, todas las intervenciones que podamos realizar los pediatras durante la niñez, permitirán disminuir riesgos futuros.
- Los niños sanos significan adultos sanos, porque la niñez es la mejor etapa para crear buenos hábitos, el aprendizaje es más rápido y hay una mayor aceptación.
Dra. Silvina Cuartas
Médica Pediatra
Bibliografía:
1) Estadísticas Vitales. Información Básica Año 2009, Argentina, 2009. Dirección de Estadísticas e Información, Ministerio de Salud de la Nación, Buenos Aires, Argentina. [Disponible en: http://www.deis.gov.ar/Publicacio- nes/Archivos/Serie5Nro53.pdf]
2) Kavey RW, Daniels SR, Lauer RM, et al. (2003). American Heart Association Guidelines for primary prevention of atherosclerotic cardiovascular disease beginning in childhood. The Journal of Pediatrics, 142, 368-372.
3) Webber LS, Srinivasan SR, Wattigney WA.Tracking of serum lipids and lipoproteins from childhood to adulthood. The Bogalusa Heart Study. (1991) Am J Epidemiol; 133, 884-899.